La televisión estatal yemení Al-Masirah informó el viernes que el Ejército de Yemen, respaldado por el movimiento popular Ansarolá, había logrado grandes victorias en el frente de Jizan, en el suroeste de Arabia Saudí, causando bajas en las fuerzas de la llamada coalición saudí que agrede a Yemen desde hace seis años.
Conforme al medio, los combatientes yemeníes lanzaron una ofensiva a gran escala en Jizan, en la que participaron varias unidades de combate. Como consecuencia, liberaron más de 40 puestos militares en dicha zona, derrotando a las fuerzas de la coalición saudí y los mercenarios sudaneses.
Los vídeos divulgados en las redes sociales también demuestran una batalla cuerpo a cuerpo entre las fuerzas yemeníes y los agresores saudíes.
Las fuerzas yemeníes también han lanzado este sábado un ataque con aviones no tripulados (drones) contra la base aérea Rey Jalid, en suroeste de Arabia Saudí.
Todos estos ataques son parte de las operaciones de represalia de las fuerzas yemeníes contra los agresores saudíes que iniciaron en marzo de 2015 una campaña de bombardeos y bloqueo contra Yemen, provocando la muerte de más de 100 000 personas, la mayoría de ellos niños y mujeres, y la destrucción de gran parte de la infraestructura de Yemen.
Pese a las advertencias de las autoridades yemeníes y varios organismos pro derechos humanos sobre la crítica situación humanitaria en el país más pobre del mundo árabe, el régimen de los Al Saud, lejos de poner fin a su brutal agresión militar, sigue intensificado sus ataques contra Yemen con el apoyo que le brinda del Occidente.
Ante tal situación, Yemen advierte que no detendrá sus ataques contra los objetivos de los agresores, mientras la llamada coalición liderada por Riad no termine su ofensiva contra el país más pobre del mundo árabe.
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