“Aquellos que nos envían sus esbirros con el objetivo de matar a los ciudadanos yemeníes y destruir nuestras ciudades y nuestros pueblos no deben esperar que les enviemos flores y palomas de la paz”, dijo el sábado el canciller del Gobierno de Salvación Nacional yemení, Hesham Sharaf Abdulá.
En declaraciones a la agencia yemení de noticias Saba, el ministro denunció que el régimen de Al Saud sigue engañando al mundo, al decir que ataca a Yemen para combatir al movimiento popular Ansarolá. Eso mientras sabe que está luchando contra el Ejército y los comités populares yemeníes, añadió.
También llamó a la comunidad internacional a prestar atención a lo que está ocurriendo en Yemen, y pidió a los países vecinos que tomen en consideración la situación catastrófica que atraviesa el pueblo yemení y no se rindan ante las presiones de Riad para adherirse a su coalición criminal.
Conforme recalcó Sharaf Abdulá, la seguridad de Arabia Saudí está directamente vinculada con la seguridad de Yemen y su pueblo. Asimismo, puso énfasis en que su país no es el campo ni el lugar de entrenamiento de los aviones de combate de la monarquía árabe y sus pilotos.
Yemen es testigo de la “interferencia descarada” de una coalición, liderada por Arabia Saudí, desde casi seis años con la intención de restaurar en el poder el fugitivo expresidente yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, “cuyo mandato ha expirado” y solo busca robar los recursos petroleros del país y depositar su dinero en bancos extranjeros.
Sin embargo, la cruel guerra de los Al Saud no ha tenido resultado alguno, excepto la muerte de los inocentes civiles yemeníes y el hundimiento del país en la peor crisis humanitaria del mundo, tal y como aseveran las Naciones Unidas.
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