En declaraciones hechas el lunes y recogidas por la cadena local Al Masirah, el ministro yemení de Defensa, Muhamad Naser al-Atefi, aseguró que ya ha quedado atrás la época en la que los enemigos iban demasiado lejos en sus agresiones contra Yemen.
El titular yemení subrayó la elevada capacidad de Yemen para poner fin a la agresión contra el país, liderada desde 2015 por Arabia Saudí. De hecho, explicó que el pueblo yemení “no ha aceptado, ni aceptará, a lo largo de la historia, a los invasores y ocupantes”.
Al respecto, recalcó que al pueblo yemení “solo le quedan dos opciones: la victoria y vivir con orgullo, dignidad, libertad, soberanía e independencia o el martirio”.
Asimismo, enfatizó la prosecución de la senda de los mártires caídos a manos de los agresores, prometiendo que Yemen seguirá resistiendo ante la campaña de bombardeos y bloqueo de los asaltantes.
Transcurridos más de cinco años del inicio de la agresión saudí contra Yemen, el país más pobre del mundo árabe no solo no ha cedido a la voluntad de Riad y sus aliados, sino que ha cosechado logros importantes en el campo militar, lo que le ha capacitado para cambiar el equilibrio del poder a su favor.
Es más, las tropas yemeníes —que cuentan con el apoyo del movimiento popular Ansarolá— han lanzado varios ataques, con aviones no tripulados (drones) y misiles de fabricación nacional, contra diversos blancos saudíes, entre ellos sus aeropuertos, bases y zonas petroleras.
Yemen ha lanzado, además, una batalla integral para liberar todos los territorios ocupados por los saudíes y sus mercenarios.
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