Las Fuerzas Misilísticas del Ejército yemení, según informa la cadena yemení Al Masirah, presentaron el jueves el misil balístico de corto alcance Badr-1, al mismo tiempo que lo usaron para atacar las instalaciones de Aramco en la región de Najran, suroeste de Arabia Saudí.
Dicho ataque, que presenta el primer uso documentado del Badr-1, provocó serios daños a las instalaciones de la mencionada empresa petrolera, algo que niega Arabia Saudí pero que no presenta evidencias que confirmara sus alegaciones.
El Ejército yemení, tras realizar el ataque, aseguró que ya desde aquel mismo día el misil Badr-1 entra en combate y será operacional y se espera que junto con los misiles Qaher-M2 llegue a formar la columna vertebral de las Fuerzas Misilísticas yemeníes.
También, las fuerzas yemeníes anunciaron planes para modernizar los otros misiles balísticos y cohetes que en la actualidad usan, además de confirmar que en estos momentos otros misiles y cohetes están siendo desarrollados y próximamente serán operacionales.
El Ejército yemení y el movimiento popular Ansarolá lanzan continuas ofensivas contra objetivos saudíes en represalia por los bombardeos de la coalición saudí contra su país. Desde marzo de 2015, esta contienda armada desigual ha dejado miles de yemeníes muertos, y provocado epidemias como el cólera, hambruna, entre otras desastrosas consecuencias.
En lo que va de 2018, las tropas yemeníes han destruido 300 vehículos blindados, incluidos varios tanques y equipos militares de Arabia Saudí y sus aliados, además de causar un gran número de bajas entre las fuerzas de Riad y sus secuaces.
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