“Suponemos que el fracasado Grupo de Lima discutió con mucha dedicación las masacres, violencia, represión y expansión del narcotráfico en Colombia. Están viviendo una verdadera catástrofe en materia de derechos humanos”, indicó el martes el ministro venezolano de Asuntos Exteriores, Jorge Arreaza, en la red social Twitter.
Arreaza respondió, de este modo, a una Reunión Ministerial del Grupo de Lima, efectuada el martes y liderada por la canciller colombiana, Claudia Blum, donde se dio un debate sobre las elecciones parlamentarias que se realizarán el próximo mes de diciembre en Venezuela. En ese encuentro virtual, los participantes acordaron el rechazo al proceso electoral venezolano y acusaron al Gobierno de Caracas de cometer varios “crímenes de lesa humanidad”.
Por su parte, el Gobierno argentino aclaró que no suscribe el reclamo del Grupo de Lima y advirtió que no puede “admitirse una vía de acción” sobre Venezuela que pueda “generar un precedente de consecuencias impredecibles para América Latina y el Caribe”. Además, dejó claro que confiaba en el proceso democrático en Venezuela.
Las relaciones entre Caracas y Bogotá viven sus peores momentos desde enero de 2019, cuando Colombia secundó el plan golpista de Washington y reconoció al líder opositor venezolano Juan Guaidó, como presidente “encargado” con miras a tumbar al legítimo mandatario del país caribeño, Nicolás Maduro.
El pasado mes de septiembre, el jefe de la Diplomacia venezolana también había rechazado tales acusaciones de parte de su homóloga colombiana y llamó a la comunidad internacional a mirar hacia lo que sucede en Colombia.
El canciller venezolano denunció en aquel entonces que en Colombia han sucedido 64 masacres contra civiles en lo que va del 2020, han proliferado diversos grupos de narcopolíticos y criminales y, además, se vienen registrando una serie de violaciones brutales de los Derechos Humanos contra los ciudadanos que salen a protestar en las calles del país cafetalero.
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