La Asamblea Nacional (AN) aprobó “declarar formalmente la usurpación de la Presidencia” venezolana por Maduro, con lo que asume “como jurídicamente ineficaz la situación de facto” del mandatario y considera “nulos todos los supuestos actos emanados del Poder Ejecutivo”, se lee en el texto del acuerdo ratificado en el legislativo.
El Parlamento venezolano sopesa así “establecer un marco legislativo que otorgue garantías para la reinserción democrática, de modo que se creen incentivos para que los funcionarios civiles y policiales, así como los componentes de la Fuerza Armada Nacional, dejen de obedecer” al Gobierno de Caracas. Ha anunciado, además, que solicitará a varios países que congelen las cuentas bancarias del Ejecutivo venezolano.
Por su parte, el presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha tuiteado que apoya el acuerdo de la AN, subrayando la “necesidad de aplicar el artículo 233 de la Constitución sobre presidencia interina y llamado a elecciones.”
La Asamblea Nacional (AN) aprobó “declarar formalmente la usurpación de la Presidencia” venezolana por Maduro, con lo que asume “como jurídicamente ineficaz la situación de facto” del mandatario y considera “nulos todos los supuestos actos emanados del Poder Ejecutivo”, se lee en el texto del Parlamento de Venezuela.
Mientras tanto, el oficialismo venezolano ha convocado una marcha para el día 23 de enero en Caracas, que coincide con la movilización organizada por la oposición.
“El 23 de enero vamos para la calle y el 24 Nicolás seguirá siendo presidente. Vamos a ver al final quién cumple”, ha dicho el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello.
El presidente de la AN, Juan Guaidó, declaró el 5 de enero “ilegítimo” el segundo mandato del presidente Nicolás Maduro, y pidió el viernes apoyo civil, militar y extranjero para asumir el mando del Gobierno.
Maduro, que asumió el 10 de enero la Presidencia, repudió la medida de la derecha en su contra, calificándola de ‘show mediático’ para desestabilizar el país; y la Cancillería venezolana ha denunciado que inducir a la “sedición” a un sector de la derecha es, en realidad, un intento de Golpe de Estado, urdido por EE.UU.
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