En una rueda de prensa mantenida el martes, el embajador de Ucrania en el territorio palestino, Yevgen Korniychuk, se mostró “decepcionado” de que el régimen de Tel Aviv esté expulsando a decenas de refugiados ucranianos de los territorios ocupados de Palestina.
Asimismo, criticó la falta de apoyo dado de los israelíes, a la vez que recordó el papel que desempeñaron los ucranianos en el rescate de los judíos del Holocausto y la postura de Kiev como un aliado incondicional del estado judío.
Según el diplomático, decenas de ciudadanos ucranianos llegaron al aeropuerto internacional Ben Gurión, en el sureste de Tel Aviv, pero fueron enviados de regreso a pesar de la crisis humanitaria en curso causada por el conflicto en el país europeo.
Es más, puso de relieve también que los funcionarios de este régimen estaban pidiendo bonos de hasta 20 000 NIS (unidad monetaria de Israel), un monto equivalente a unos 6200 dólares, para permitir que alguien permanezca en los territorios ocupados, dinero que ninguno de estos refugiados posee.
Estas críticas se produjeron unos días después de que la embajada de Ucrania decide recurrir a israelíes con el fin de enfrentar a las tropas de Rusia. En este sentido, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, exigió al primer ministro israelí, Naftali Bennett, que este régimen negociara un alto el fuego para detener la operación militar de Moscú.
El régimen israelí se suma a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., el bloque que pese a los compromisos anteriores para defender a Kiev en una guerra con Moscú, el mandatario ucraniano denunció su inacción ante la operación militar rusa, lamentando que el Occidente lo dejó solo.
Después de repetidas peticiones sin respuestas de Rusia para una vía diplomática que zanjara la elevada tensión con el Occidente por Ucrania, el presidente ruso Vladímir Putin lanzó el jueves “una operación militar especial” en la región del Donbás (este de Ucrania) para defender a los ciudadanos de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, cuyas autoridades habían solicitado a Moscú ayuda para repeler las agresiones del Gobierno de Kiev y evitar una catástrofe humanitaria.
mdh/rba