El martes, los senadores estadounidenses aprobaron un borrador del presupuesto militar para el 2019 que deja a Turquía fuera del calendario de producción del caza F-35 a causa de la decisión de Ankara de comprar los sistemas de misiles antiaéreos rusos de largo alcance S-400.
"Esas acciones del Senado de EE.UU. son lamentables, ya que contradicen el espíritu de asociación estratégica. Turquía hallará una alternativa”, aseveró el primer ministro turco, Binali Yildirim, en declaraciones recogidas por la cadena televisiva local NTV.
Por su parte, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, declaró que su país no piensa ceder ante la presión de Washington y no rechazará los sistemas antiaéreos rusos: Turquía ha comprado los S-400 y cerrado este tema.
“El estilo de Occidente es crear crisis artificiales (…) Piensan que pueden vender cuando quieran y no vender cuando no quieran; Turquía salió de este sistema de relaciones”, subrayó.
Esas acciones del Senado de EE.UU. (prohibición de venta de F-35 a Turquía) son lamentables, ya que contradicen el espíritu de asociación estratégica”, aseveró el primer ministro turco, Binali Yildirim.
Turquía y Rusia firmaron el acuerdo de venta de los S-400 en diciembre, lo que profundizó las relaciones militares entre Ankara y Moscú: este último país es miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Este acuerdo ha generado preocupación en el Occidente, particularmente en EE.UU., que incluso amenazó anteriormente con prohibir la venta de cazas de quinta generación F-35 a Turquía y con imponerle sanciones.
El coronel retirado ruso Andrei Koshkin dijo el martes que, en el caso de cancelarse la venta de cazas F-35, los cazas furtivos de quinta generación Sujoi Su-57 rusos serán la mejor alternativa para Turquía.
snz/hnb/nii/