EE.UU. está preparando un nuevo plan para el norte de Siria con el objetivo de crear grupos unidos opuestos al Gobierno Sirio, con base en el este del río Éufrates, donde Washington busca, con un apoyo saudí y emiratos, anunciar la “región de Al-Yazira” y dividir la zona en varios cantones separatistas sin ningún tipo poder.
Con este complot, EE.UU. trabaja para frenar la resistencia popular en la citada región, y crear una estructura unificada para hacer frente a esa oposición. Esta estrategia es para devolver toda esta región a la influencia norteamericana y seguir preservando los intereses de EE.UU. en las riquezas del norte de Siria. Para tal fin, Washington intenta comprar la lealtad de los jeques de algunas tribus.
El nuevo complot de EE.UU. se produce después del fracaso de todos sus esfuerzos de mediación con las tribus árabes, que lideran la resistencia popular en el noreste del país, y como una medida preventiva para impedir más ataques contra sus bases desplegadas en la zona.
Los diferentes medios sirios afirman que el nuevo plan estadounidense terminará al igual de todas las conspiraciones anteriores en el pleno fracaso, debido al aumento del rechazo popular a la presencia extranjera.
Bashar Barazi, Damasco.
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