• Un convoy del Ejército sirio entra en el área de Al-Lirmun, en la provincia de Alepo, en el noroeste de Siria, 17 de febrero de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: domingo, 23 de febrero de 2020 0:16
Actualizada: domingo, 23 de febrero de 2020 3:31

El Gobierno de Damasco afirma que EE.UU. está indignado por la recuperación del noroeste de Siria, tras el fracaso de sus lacayos terroristas en este país árabe.

En un comunicado publicado este sábado, una fuente oficial del Ministerio de Exteriores de Siria ha denunciado los intentos de Washington y sus aliados occidentales para devaluar las continuas victorias del Ejército sirio y el regreso de la normalidad en las regiones anteriormente controladas por terroristas en el noroeste del país, entre ellas, las provincias de Alepo y Idlib.

No es de extrañar que Washington se muestre enojado por el retorno de la vida normal a Alepo, la apertura de autopistas y la reanudación de los vuelos hacia el Aeropuerto Internacional de Alepo. Todo esto fue alcanzado tras la derrota humillante de sus peones terroristas a manos del Ejército Árabe Sirio”, reza la declaración, recogida por la agencia oficial siria de noticias SANA.

La fuente, que habla bajo condición de anonimato, ha destacado también que la decepción de EE.UU. y el fracaso en sus planes motivan a las fuerzas sirias para continuar sus avances hasta la liberación total del territorio nacional de la presencia extranjera y sus aliados extremistas.

Además, ha reprochado que las principales líneas de los gobernantes de EE.UU. se caracterizan por políticas que atacan a otros pueblos, interfieren en sus asuntos y emplean a terroristas que sirvan a sus intereses, pese a que resultan en el sufrimiento de las personas. “Esto mientras que defienden los derechos humanos”, ha lamentado.

 

“Las recientes declaraciones norteamericanas evidencian que la Administración yanqui (de EE.UU.) ha perdido completamente el equilibrio y no goza de la mínima decencia verbal para hacer comentarios”, ha agregado la fuente de la Cancillería siria.

Durante los últimos meses, las fuerzas sirias han intensificado sus ataques contra las posiciones terroristas en las provincias de Idlib y Alepo y asestado duros golpes a los extremistas.

Aunque actores como Turquía, EE.UU. y el régimen de Israel están en contra de las operaciones contra los terroristas a los que respaldan, las fuerzas sirias están ganando terreno a las bandas extremistas en las zonas septentrionales del país árabe. El pasado 11 de febrero, las fuerzas sirias recuperaron el control total de la estratégica carretera Damasco-Alepo por primera vez desde 2012.

Además, el pasado domingo, el Ejército sirio retomó el control de un cinturón de localidades que rodean Alepo, la capital de la provincia homónima, garantizando así la seguridad de la segunda mayor ciudad del país árabe y facilitando la accesibilidad de las tropas sirias al campo de Idlib. 

El presidente sirio, Bashar al-Asad, ha dejado claro que sus fuerzas no abandonarán las operaciones hasta la liberación total del último bastión terrorista en el noroeste del país árabe, a pesar de las presiones impuestas por potencias occidentales.

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