En las últimas 24 horas, unidades del Ejército de EE.UU. han trasladado a más de 600 mujeres y niños, familiares de los terroristas de Daesh, desde el campamento de Al-Hol, en la provincia de Al-Hasaka (noreste de Siria) a un lugar desconocido en Irak, ha informado este jueves la agencia siria de noticias SANA.
El medio citando a una fuente añade que los allegados de los extremistas de Daesh estaban retenidos en el campo de Al-Hol, que se encuentra cerca de la frontera entre Siria e Irak y está controlada por las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliados de EE.UU.
Asimismo, ha indicado que cinco vehículos militares y unos 30 soldados estadounidenses ingresaron desde Irak a Al-Hasaka.
SANA ha asegurado también que, en esta misma jornada de jueves, un helicóptero estadounidense aterrizó en la aldea de Tuimin, en el sur de Al-Hasaka, desde donde trasladó a un cabecilla de Daesh a la ciudad de Al-Shadadi, ubicada en la misma provincia de Al-Hasaka.
En los últimos meses, la llamada coalición estadounidense, que no cuenta con el parabién de Damasco ni de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para operar en suelo sirio, ha trasladado a varios cabecillas de Daesh de Siria a Irak y Afganistán.
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Las autoridades sirias han condenado en reiteradas ocasiones la presencia de las tropas estadounidenses en su territorio, y denuncian que Washington ha creado un agujero negro con miras a frenar el avance del Ejército sirio frente a los terroristas.
Traslado de Daesh a Irak en medio de las protestas en el país mesopotámico
Varios informes han revelado los intentos de Washington para facilitar el ingreso de los terroristas de EIIL a Irak, aprovechando así las marchas antigubernamentales —que desde el pasado mes de octubre condenan la corrupción —para generar el caos en el país árabe.
Las reformas anunciadas por el Gobierno de Irak, y la dimisión de primer ministro iraquí, Adel-Abdul Mahdi, se han tapado con la injerencia de países extranjeros, entre ellos EE.UU. y Arabia Saudí, tal y como indican los informes.
Países como Irán y Rusia advierten que la desestabilización de la situación en Irak entraña el riesgo de un resurgimiento del grupo terrorista Daesh, agrupación extremista que pese a su derrota en 2017, continúa realizando actividades de sabotaje en varias regiones del país.
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