En una reunión con su homólogo iraquí, Muhamad Ali al-Hakim, mantenida este domingo al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en Nueva York (EE.UU.), Al-Moalem ha subrayado la necesidad de fortalecer las relaciones bilaterales entre Damasco y Bagdad y ha destacado la importancia de “enfrentar los desafíos comunes, como el terrorismo y las políticas intervencionistas de otros países en los asuntos internos de las dos naciones árabes”.
Al-Moalem ha reiterado la determinación de Damasco a combatir el terrorismo y liberar todo el territorio sirio de la presencia de los grupos takfiríes y militares extranjeros.
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En otra parte de sus declaraciones, el ministro de Asuntos Exteriores de Siria ha pedido superar todos los obstáculos para la reapertura de los cruces fronterizos entre los dos países.
En este sentido, el Ministerio de Información de Siria ha anunciado que se reabrirá el martes el cruce fronterizo de Al-Bukamal-Qaim.
A su vez, Al-Hakim ha felicitado a Damasco la finalización de la formación de un comité para discutir la nueva Constitución siria, subrayando la necesidad de rechazar toda injerencia externa en dicho comité.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha anunciado recientemente la formación del Comité Constitucional para Siria, un paso clave para resolver la crisis del país árabe.
Además de elogiar el fortalecimiento de los nexos bilaterales, el canciller iraquí ha reiterado el apoyo de Bagdad a Damasco en su lucha contra el terrorismo.
Desde el comienzo de la crisis siria en 2011 y la de Irak en 2014, los dos países no escatiman ningún esfuerzo a la hora de reforzar sus relaciones con el objetivo de eliminar a las bandas extremistas, apoyadas por varios países occidentales y algunos Estados árabes ribereños del Golfo Pérsico.
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El presidente sirio, Bashar al-Asad, hizo hincapié el 14 de abril en la unidad de Damasco y Bagdad para acabar con los planes secesionistas de los enemigos y erradicar los focos terroristas.
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