“Los convoyes militares del ejército nacional de Siria y las fuerzas del Ejército de Turquía han iniciado sus movimientos hacia las líneas del frente de Manbij para comenzar sus operaciones destinadas a liberar esta ciudad de los grupos terroristas y secesionistas”, se lee en un comunicado emitido este viernes por el autodenominado Ejército Libre de Siria (ELS).
La nota acusa a las milicias kurdas en cuestión, las Unidades de Protección Popular y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (YPG y PKK, respectivamente, por sus siglas en kurdo), de cometer limpieza étnica antiárabe con detenciones arbitrarias y asesinatos en Manbij, y señala que sus medidas represivas han provocado el desplazamiento forzoso de miles de árabes de la ciudad.
En consecuencia, el ELS subraya que su ofensiva conjunta con el Ejército turco responde a una petición de habitantes árabes de la ciudad que reclaman ser liberados de los combatientes kurdos.
Los convoyes militares del ejército nacional de Siria y las fuerzas del Ejército de Turquía han iniciado sus movimientos hacia las líneas del frente de Manbij para comenzar sus operaciones destinadas a liberar esta ciudad de los grupos terroristas y secesionistas (Unidades de Protección Popular y Partido de los Trabajadores del Kurdistán, YPG y PKK respectivamente, por sus siglas en kurdo)”, se lee en un comunicado emitido por el autodenominado Ejército Libre de Siria (ELS).
Las milicias kurdo-sirias autodenominadas Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) controlaban hasta ahora Manbij junto a las YPG —a las que Ankara considera vinculadas al PKK—, pero este viernes ambos grupos han abandonado sus posiciones y han pedido públicamente al Gobierno sirio que tome el control de la zona.
Irán y Rusia, aliados de Siria, han aplaudido esta petición, mientras que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que su país no tiene “nada que hacer” en Manbij una vez que las “organizaciones terroristas” se marchen de la ciudad.
Desde julio de 2015, Turquía realiza ataques aéreos y terrestres contra las kurdo-sirias YPG, a las que considera vinculadas al PKK.
Siria ha condenado toda agresión a su soberanía por parte del Ejército de Turquía, país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y ha conminado a Ankara a poner fin a su presencia militar en su territorio.
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