En un comunicado emitido este lunes, el Ministerio de Defensa ruso ha informado de una gran explosión registrada en Odesa, en el suroeste de Ucrania, seguida por varias explosiones secundarias que, al parecer, han ocurrido en la principal base de la fuerza aérea ucraniana en esta ciudad.
El informe, que no ha proporcionado más información sobre el ataque a dicha base, da cuenta de otro ataque a una instalación portuaria ubicada en las afueras de Odesa, afirmando que el objetivo fue un almacén de combustible y que se observó un gran incendio en el sitio.
Según el parte militar, las fuerzas rusas además han destruido al menos dos sistemas de defensa aérea S-300 así como un radar de alerta temprana de muy alta frecuencia P-18, pertenecientes a las fuerzas ucranianas.
Ucrania asevera que los vehículos submarinos no tripulados o UUV (por las siglas del inglés unmanned underwater vehicle) que ha utilizado muchas veces para atacar a la flota rusa del mar Negro son de fabricación nacional, pero el Ministerio de Defensa ruso enfatiza que estos aparatos forman parte del armamento donado a Ucrania por Occidente.
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Kiev y Moscú están enfrascados en una guerra desde febrero del 2022, cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el inicio de una operación militar para proteger a la población del Donbás, así como para desmilitarizar y desnazificar el territorio fronterizo de Ucrania.
En este contexto, Rusia ha avisado en varias ocasiones que los intentos de rearmar a Ucrania solo extienden el conflicto, donde ya fueron destruidos decenas de vehículos blindados, tanques, obuses y lanzacohetes, así como aviones de combate de fabricación soviética enviados por Occidente al ejército ucraniano.
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