“Debido a que el Gobierno del Reino Unido continúa aplicando el mecanismo de sanciones contra miembros de los círculos políticos y públicos rusos, operadores económicos nacionales y medios de comunicación, se ha decidido incluir en la ‘lista de exclusión’ rusa a varios políticos, empresarios y periodistas británicos”, ha declarado este lunes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en un comunicado.
La Cancillería rusa ha afirmado que los individuos sancionados “apoyan el curso hostil de Londres, que busca demonizar a nuestro país y aislarlo internacionalmente”.
“Como hemos destacado en reiteradas ocasiones, las acciones dañinas del Reino Unido, para incitar a la rusofobia, difundir informaciones falsas sobre nuestro país y apoyar al régimen neonazi de Kiev recibirán una respuesta adecuada y decisiva de Rusia”, ha agregado.
En la nota, Moscú ha precisado que “la elección a favor de la confrontación es una decisión consciente del establishment político británico, que carga con la total responsabilidad de las consecuencias”. Entre los sancionados se encuentra el ex primer ministro David Cameron.
El Gobierno del entonces primer ministro británico Boris Johnson no escatimó ningún esfuerzo para echar leña al fuego del conflicto entre Rusia y Ucrania, mientras que prometió al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, todo el equipo militar que necesite en la guerra contra Moscú.
Asimismo, desde que Moscú lanzó una operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero, Londres ha aplicado medidas restrictivas a más de 1100 personas y más de 100 empresas rusas.
A su vez, Moscú ha respondido con medidas recíprocas a estos países. El 20 de julio, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, manifestó de forma irónica a los países occidentales que el potencial de las sanciones antirrusas se ha agotado.
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