“La UE de una plataforma constructiva, calidad en la que se fundó, se ha convertido en un actor agresivo y belicoso, que ya declara ambiciones que van mucho más allá de las fronteras del continente europeo”, ha señalado este viernes el ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, durante su visita a Dushanbé, la capital de Tayikistán, para asistir a la reunión del Consejo de ministros de Exteriores de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI).
En cuanto al deseo de Ucrania de sumarse a los Veintisiete, ha señalado que se trata de un asunto bilateral y atañe a las relaciones entre Kiev y el bloque comunitario, pero eso de que los deseos de Ucrania no son dañinos provoca dudas.
Según ha explicado el jefe de la Diplomacia rusa, la UE intenta seguir los pasos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) “lo que confirma la tendencia de que se funde con la Alianza Noratlántica y de que, de hecho, cumplirá la función de su apéndice”.
En otra parte de sus declaraciones, el canciller ruso ha informado que durante la reunión de ministros de Exteriores de la CEI, se ha abordado la situación en Asia Central y los intentos de Occidente de fortalecer la influencia en la región.
En este sentido, Lavrov ha asegurado que estos intentos aspiran a perjudicar los lazos entre dentro de organizaciones regionales como la Organización de Tratado de Seguridad Colectiva, la CEI, la Organización de Cooperación de Shanghái o la Unión Económica Eurasiática.
Un borrador abandonado del acuerdo de alto el fuego entre Rusia y Ucrania permitiría a Kiev buscar la membrecía en la UE a cambio de abandonar su impulso para unirse a la OTAN, que Rusia considera una amenaza para su seguridad nacional.
Pero las esperanzas de Kiev de una rápida adhesión a la UE se desvanecieron esta semana después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, dijera que el proceso podría llevar décadas. Se espera que la Comisión Europea decida si otorga a Ucrania el estatus de candidato en junio.
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