“Una serie de países occidentales promueve la participación de sus ciudadanos en calidad de mercenarios de Ucrania en el combate contra las unidades militares rusas. En adelante, toda la responsabilidad de la muerte de esta categoría de ciudadanos en el territorio ucraniano recae exclusivamente sobre las autoridades de esos países”, advirtió este lunes el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov.
El vocero también alertó que las Fuerzas Armadas de Rusia conocen la ubicación de todos los mercenarios extranjeros, los que contribuyen en las acciones militares en Ucrania y que llevarán a cabo atentados precisos en su contra.
“Quisiera volver a advertir: no habrá piedad para los mercenarios, dondequiera que estén en el territorio de Ucrania”, subrayó.
La víspera, la Defensa rusa había anunciado que “hasta 180 mercenarios extranjeros” murieron el domingo, tras un ataque aéreo a las instalaciones de entrenamiento militar ucranianas.
La ofensiva realizada con el uso de “armas de largo alcance y alta precisión”, tuvo como objetivo “los centros de entrenamiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania” en el pueblo de Starichi y en Yavoriv, ambos en el oeste.
Anteriormente, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, había llamado a los ciudadanos extranjeros a unirse a las filas de su país para luchar contra los rusos. En este contexto, Kiev creó una unidad militar de legión extranjera para tales voluntarios.
Los aliados occidentales de Ucrania no ocultan sus actividades para reunir a mercenarios a fin de participar en las acciones militares, sino que lo hacen “abiertamente, haciendo caso omiso de todas las normas del derecho internacional”, denunció el mandatario ruso.
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