Vuelve el humo negro sobre Beirut por segunda vez en una semana. El ejército israelí llevó a cabo nuevos ataques aéreos contra los suburbios del sur de la capital libanesa, en una acción considerada provocadora que viola los acuerdos de alto el fuego. Los bombardeos, dirigidos contra un edificio en Dahiya, dejaron como saldo el martirio de cuatro civiles, entre ellos, Hassan Ali Badir, identificado como militante de Hezbolá vinculado a asuntos palestinos, según fuentes mediáticas. Este hecho ha desencadenado la inmediata reacción del grupo libanés.
Desde el gobierno libanés, el presidente Joseph Aoun calificó los ataques como una “peligrosa advertencia con intenciones premeditadas contra Líbano”. Mientras tanto, la ONU emitió declaraciones condenando la escalada de violencia.
A pesar de que Israel justifica tales ataques como selectivos, los mayores afectados siguen siendo los civiles. Testigos relataron que en el bombardeo no hubo advertencia previa de evacuación y de madrugada, dejando graves daños en los tres pisos superiores de un edificio residencial. Aun así, los residentes dicen que no tienen miedo.
La nueva ronda de ataques aéreos selectivos de Israel comenzó el viernes, una acción que pone a prueba el frágil alto el fuego entre Israel y Hezbolá, acordado en noviembre del año pasado.
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