Las familias de Lugansk y de otras ciudades hacen fila para cruzar el paso fronterizo Izvarino; Algunos vienen en sus propios automóviles o en taxis, otros piden a sus conocidos que les lleven a la frontera con Rusia, cuyo presidente, Vladimir Putin, ordenó el viernes dar cobijo a toda aquella persona que se vea obligada a abandonar las repúblicas autoproclamadas en Donbás.
“Tenemos mucho miedo. Tememos que se repita el 2014. Las amigas de mi hija viven cerca de la línea de separación y dicen que hace tiempo que no había tantos disparos como ahora”, dijo una mujer refugiada a la agencia rusa de noticias Sputnik.
La mujer, junto con unos amigos y vecinos, llegó al pase fronterizo desde una localidad pequeña de la región de Lugansk. Tal y como relata, las guardias fronterizos rusos le dieron la dirección del centro de acogida en Rostov del Don.
Más temprano en la misma jornada del viernes, los líderes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, Denis Pushilin y Leonid Pásechnik, respectivamente, instaron a sus residentes a dirigirse a Rusia y denunciaron que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pronto ordenaría a sus fuerzas militares lanzar una ofensiva sobre Donbás.
Además, Nuevas imágenes satelitales publicadas el jueves por la empresa estadounidense Maxar Technologies muestran continua acumulación militar de Rusia cerca de Ucrania en medio del aumento de las tensiones con el Occidente.
Ucrania está involucrada en una crisis en la región de Donbás. Desde 2014, esta zona es escenario de conflicto entre los ucranianos y los independentistas prorrusos. Sin embargo, la tensión se ha disparado con acusaciones mutuas entre Kiev y Moscú de movilización de tropas y preparativos para una posible ofensiva.
A su vez, Rusia ha rechazado una y otra vez ser parte del conflicto en su país vecino y acusa al Occidente, encabezado por EE.UU., de incitar a Kiev a intensificar el conflicto con los independentistas y, de esta manera, desencadenar inseguridad y caos en las fronteras rusas.
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