Mediante una resolución publicada hoy martes, el Consejo de la Unión Europea (UE) ha agregado seis empresas rusas involucradas en la reciente construcción del puente de Kerch a su lista de sancionados, en el marco del conjunto de medidas del bloque europeo contra la anexión a Rusia de Crimea y Sebastopol, que considera ilegal.
Para la UE, la construcción del mencionado puente es “un nuevo paso que atenta contra la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania”.
Entre las medidas de la UE figura la congelación de los activos de que dispongan estas empresas en la UE, así como la prohibición de que individuos o entidades inscritos en los países del bloque les proporcionen fondos.
El vicepresidente del Gobierno crimeo, Dmitri Polonski, ha reaccionado a estas sanciones restándoles importancia y recalcando que la realización de grandes proyectos de infraestructura en Crimea es el mejor ejemplo del “fracaso absoluto de la política occidental de imposición de sanciones a compañías rusas”.
El empresariado ruso, ha afirmado Polonski, “avanza con seguridad y logra resultados considerables” pese a la “guerra de sanciones contra Rusia”.
Horas después del anuncio del Consejo, el centro de información del puente de Crimea ha asegurado además que “las sanciones no afectarán la realización del proyecto”.
Con 19 kilómetros de longitud, el puente sobre el estrecho de Kerch, que une Crimea con la parte continental de Rusia, es el más largo del país.
Rusia y el Occidente siguen sin poder superar las tensiones desatadas con la crisis de Ucrania y la anexión de Crimea a Rusia en 2014 mediante referéndum, que han ido acompañadas de varias rondas de sanciones de Estados Unidos y la UE a funcionarios y empresas rusos.
Moscú ha elevado sus protestas por los embargos impuestos desde 2014 por EE.UU. y la UE, a los que ha amenazado con dar una respuesta “puntual y dolorosa”.
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