Los problemas de Guta Oriental (al este de Damasco, capital de Siria) e Idlib (noroeste) están siendo avivados en las Naciones Unidas, donde varias iniciativas piden al Ejército sirio que detenga sus operaciones en estas zonas, so pretexto de ofrecer ayudas humanitarias a los afectados, ha denunciado este lunes Lavrov durante una conferencia de prensa con su homólogo argelino Abedel Qader Messahel, en Moscú, capital rusa.
El ministro ruso asegura que “el problema es que el Frente Al-Nusra controla Idlib y Guta Oriental. Los esfuerzos anteriores para organizar una evacuación a gran escala de civiles de esas zonas se encontraron con el rechazo de esta agrupación extremista, cuya intención era utilizar a la gente como escudo humano”.
El jefe de la Diplomacia rusa, asimismo, ha alertado a los socios occidentales que tienen influencia sobre esta banda extremista, afiliada con la red terrorista Al-Qaeda, que la disciplinen o, de lo contrario, será eliminada.
El problema es que el Frente Al-Nusra controla Idlib y Guta Oriental. Los esfuerzos anteriores para organizar una evacuación a gran escala de civiles de esas zonas se encontraron con el rechazo de esta agrupación extremista, cuya intención era utilizar a la gente como escudo humano”, ha declarado el canciller ruso, Serguei Lavrov.
Lavrov ha denunciado que el Frente Al-Nusra (autodenominado Frente Fath Al-Sham) no cesa sus provocaciones en Guta Oriental y agrega que, desde ahí, ha lanzado ataques contra Damasco, que han impactado en barrios residenciales, así como la misión comercial y la embajada rusas.
En otra parte de sus declaraciones, ha puesto en tela de juicio la campaña militar que lleva a cabo EE.UU. para combatir el terrorismo en Siria. “Cada vez hay más dudas de que la coalición internacional liderada por Washington tenga la seria intención de luchar contra el Frente Al-Nusra” en Siria, ha subrayado.
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