• El sistema antiaéreo S-400 de Rusia, desplegado cerca de la frontera turco-siria.
Publicada: miércoles, 29 de noviembre de 2017 18:20
Actualizada: jueves, 30 de noviembre de 2017 0:23

Moscú mantendrá sus sistemas antiaéreos S-400 en la ciudad portuaria siria de Tartus y en el aeropuerto militar de Hmeimim, en la provincia de Latakia.

Tras el repliegue de sus aviones de Siria, Rusia mantendrá desplegados sus sistemas S-400 Triumf en la base aérea de Hmeimim y en la base naval de Tartus, ambas en el oeste del país, ha declarado Víctor Bóndarev, presidente del comité de Defensa y Seguridad del Senado ruso.

“El sistema S-400 Triumf es la piedra angular de la defensa antiaérea de Rusia en la base de Hmeimim y el puerto de Tartus”, ha recalcado Bóndarev al justificar la decisión.

El mencionado sistema antiaéreo es capaz de derribar aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero y misiles balísticos tácticos y táctico-operativos. El sistema, que tiene un alcance de 400 kilómetros, puede abatir objetivos a alturas de hasta 30 kilómetros.

Además de las baterías antiaéreas, Rusia dejará también en Siria cierto número de coches blindados y sistemas de comunicación, ha agregado Bóndarev.

El sistema S-400 Triumf es la piedra angular de la defensa antiaérea de Rusia en la base de Hmeimim y el puerto de Tartus”, afirma Víctor Bóndarev, el jefe del comité de Defensa y Seguridad del Senado ruso.

 

La tarea primordial de los expertos militares tras la derrota definitiva de los terroristas en Siria, ha asegurado el senador ruso, será determinar la cantidad de armas que harán falta para “garantizar la seguridad estratégica a largo plazo” durante la posguerra.

Rusia desplegó los sistemas S-400 por primera vez en la ciudad portuaria de Tartus a finales de 2015, después de que militares turcos derribaran un avión de combate ruso Su-24 en el campo norte de la gobernación de Latakia.

Desde entonces, el Ejército ruso ha mantenido los sistemas S-400 en la costa siria para proteger las fuerzas que tiene desplegadas en el país árabe, donde en septiembre de 2015 Rusia inició además —a petición del presidente sirio, Bashar al-Asad— una campaña militar para detener el avance de los grupos terroristas.

Medio año después, Moscú retiró parte de sus tropas al dar por cumplida su misión, aunque mantuvo su presencia militar en la base de Hmeimim y en el puerto de Tartus. Otro repliegue del contingente ruso se llevó a cabo en enero de 2017.

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