Según ha informado la agencia local Sputnik, citando a altos militares rusos, la fragata portamisiles rusa Admiral Essen ha zarpado este domingo de su base en Sebastopol (oeste de Crimea) rumbo a las costas sirias para llevar a cabo un entrenamiento con otros buques del grupo naval ruso en el Mediterráneo Oriental.
“La fragata, que lleva a bordo los misiles de crucero Kalibr, pasará a integrar el llamado grupo de ataque, la tripulación tendrá intensos entrenamientos para repeler los ataques desde el aire, la costa y el agua”, señala una fuente militar rusa en la península de Crimea.
Esta fragata, que ya en mayo pasado lanzó misiles de crucero contra las posiciones de los terroristas del EIIL (daesh, en árabe) en Palmira (centro de Siria), está armada con misiles de crucero modelo Kalibr-NK.
Además, está equipada con complejo de misiles de defensa Shtil-1, la instalación de artillería A-190 calibre 100 milímetros, artillería antiaérea, torpedos y puede llevar un helicóptero de cubierta Ka-27 o Ka-31.
La fragata, que lleva a bordo los misiles de crucero Kalibr, pasará a integrar el llamado grupo de ataque, la tripulación tendrá intensos entrenamientos para repeler los ataques desde el aire, la costa y el agua”, señala una fuente militar rusa en la península de Crimea.
Esta, se unirá a la fragata rusa armada con misiles de crucero Almirante Grigorovich, que Moscú ordenó enviar al estratégico puerto sirio de Tartus en una aparente muestra de fuerza tras el primer ataque militar directo de EE.UU. contra el Gobierno sirio, lanzado el pasado abril desde el mar Mediterráneo.
Actualmente, el puerto militar de Tartus y la base aérea Hmeymim, sirven de bases para las tropas rusas desplegadas en la región.
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