Los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, respectivamente, tuvieron una reunión virtual para hablar de temas cruciales de la relación bilateral como la migración y el tráfico de armas.
Los mandatarios también buscan mayor colaboración para evitar el tráfico de drogas como el fentanilo que ha provocado la muerte de 100 mil adictos estadounidenses. Pero hay presiones desde el segundo nivel del Gobierno del presidente Joe Biden. El secretario de Estado, Antony Blinken, manifestó que hay zonas del territorio mexicano que están controladas por narcotraficantes. López Obrador negó la aseveración y se atrevió a decir que su país es más seguro que Estados Unidos.
Otras declaraciones de autoridades estadounidenses, dicen que México no ha hecho lo suficiente contra el tráfico de fentanilo. Analistas aseguran que debe mejorar la estrategia contra las drogas del Gobierno mexicano.
Desde la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, hay presiones también. Esta agencia colocó a ocho narcotraficantes entre los diez más buscados por sus agentes, la lista se ha interpretado como un mecanismo más de presión a las autoridades mexicanas, pero ha servido de poco o nada, dicen analistas.
No es un secreto que la DEA ha buscado desde hace años una mayor influencia en México, pero en el Gobierno de López Obrador no lo ha conseguido, al contrario, se le han eliminado algunas funciones.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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