El vicecanciller para Asuntos Jurídicos e Internacionales de Irán, Kazem Qaribabadi, ha afirmado que “el hecho de que Rafael Grossi [el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)] haya reconocido por primera vez la existencia de armas nucleares en manos del régimen sionista es una cuestión notable y significativo. Por supuesto, esta confesión hace que su responsabilidad y la de la Agencia sean muy pesadas”.
“El simple reconocimiento no es suficiente, sino que debe también condenar la existencia de estas armas en manos de este régimen criminal [de Israel] y exigir su destrucción, así como la adhesión de este régimen al Tratado sobre la No Proliferación”, ha destacado el funcionario iraní en un mensaje emitido este jueves en su cuenta en X.
Además, Qaribabadi ha destacado que “la referencia de Grossi a la posibilidad de una proliferación nuclear por parte de Irán es una posición completamente política y poco profesional”.
Grossi “no puede hablar basándose en probabilidades y especulaciones, como lo hacen las autoridades políticas de países que tienen motivos políticos”, ha agregado.
Irán advierte que no aceptará más vigilancia de su actividad nuclear si hay sanciones
“Irán cumple con sus obligaciones de salvaguardias y, mientras se mantengan las sanciones crueles, no aceptará más vigilancia que vaya más allá de sus obligaciones establecidas”, ha advertido.
Por lo tanto, Qaribabadi ha reiterado que si el director general ve una desviación en los materiales nucleares de Irán durante el proceso de verificación, debe informarla de manera documentada en lugar de publicar sus conjeturas y especulaciones en los medios.
Israel desarrolló armamento nuclear de forma encubierta hace más de 50 años. Hasta ahora, no admite ni niega su posesión; pero es un secreto a voces que es un régimen nuclear y figura como tal en los listados de instituciones de investigación atómica.
El régimen israelí, que según fuentes extranjeras posee hasta 200 ojivas atómicas, no ha permitido nunca la inspección de sus centros nucleares y hace oídos sordos a los llamados internacionales a que suscriba el TNP.
Irán ha pedido en varias ocasiones a la comunidad internacional obligar al régimen israelí a renunciar a las armas nucleares, aceptar el tratado TNP como un miembro sin armas nucleares y aceptar las salvaguardias integrales de la AIEA.
Al contrario de Israel, hasta la fecha Irán sigue sujeto a las medidas de verificación y vigilancia más rigurosas jamás aplicadas por la Agencia, sin embargo, el 21 de noviembre, la Junta de Gobernadores de la AIEA aprobó una resolución, presentada por el Reino Unido, Francia y Alemania, contra el programa nuclear pacífico de Irán.
La resolución antiraní fue aprobada a pesar de que Irán había acordado limitar sus reservas de uranio enriquecido al 60 % para mostrar su disposición a cooperar con el organismo.
En respuesta, Irán comenzó a inyectar gas de uranio en sus centrifugadoras avanzadas de fabricación nacional, reiterando que su programa nuclear pacífico es transparente y está bajo la supervisión de la AIEA.
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