En una serie de tuits publicados el jueves, la representación de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) rechazó los alegatos infundados de EE.UU. y el Reino Unido que hicieron eco de las acusaciones lanzadas anteriormente por Albania en contra de Irán de realizar supuestos ataques cibernéticos contra las instituciones del país europeo.
Tras cuestionar la competencia y la legitimidad de estos dos países para formular tales acusaciones, la representación iraní criticó “el silencio y el apoyo directo o indirecto frente a los numerosos ataques cibernéticos contra la infraestructura, e incluso las instalaciones nucleares de Irán”.
Al condenar todo ataque contra la infraestructura civil, la misión recordó que la nación iraní ha sido constante “víctima de los ciberataques”.
A continuación, pidió a los Estados miembros de las Naciones Unidas cumplir con sus obligaciones internacionales en el combate al terrorismo y evitar dar refugio a grupos terroristas en su territorio o apoyarlos.
Albania, país anfitrión del grupo terrorista antiraní Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), cortó el miércoles sus relaciones diplomáticas con Irán y ordenó a los diplomáticos y al personal de su embajada en Tirana abandonar el país en un plazo de 24 horas.
Como siempre, se puede ver las huellas de EE.UU. en este suceso; Washington alegó que tras semanas de investigación concluyó que Irán estaba detrás de un ciberataque a páginas digitales gubernamentales albanesas, el pasado 15 de julio.
A través de un comunicado emitido el miércoles, Teherán tildó de “imprudente y miope” la decisión de Albania rechazando las “afirmaciones infundadas” que expone como razones para cortar sus lazos diplomáticos con el país persa.
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