En un discurso ofrecido el miércoles en una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) sobre Afganistán, la representante permanente adjunta de la República Islámica de Irán ante las Naciones Unidas, Zahra Ershadi, advirtió de que si no se aborda la situación de manera efectiva, es posible el colapso socioeconómico del país asiático, lo que resultaría en una indigencia generalizada y una gran afluencia de migrantes a los países vecinos que ya están sobrecargados de albergar a millones de refugiados.
“Los activos congelados de Afganistán pertenecen a su pueblo y la liberación de dichos activos, fundamentales para restaurar la economía y salvar vidas, no debe politizarse ni condicionarse”, precisó.
En este sentido, Ershadi instó a la comunidad internacional, en particular a los países donantes, a cumplir con sus responsabilidades con los vecinos de Afganistán, y ayudar a los refugiados y desplazados.
Además, expresó la preocupación de la República Islámica por la continuación de las actividades terroristas en Afganistán y agregó que este asunto requiere la demanda de la comunidad internacional de que los talibanes se comprometan a combatir el terrorismo para garantizar que el país ya no sea un refugio para los grupos terroristas.
“La comunidad internacional también debe continuar enfatizando la necesidad de un gobierno inclusivo y representativo y los talibanes deben tomar medidas serias para garantizar una verdadera inclusión étnica y política”, subrayó.
El colapso del anterior gobierno de Kabul y la posterior toma del poder por los talibanes ocurrieron poco después de que comenzara la fase final de la retirada de las fuerzas de EE.UU., a la cabeza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
De hecho, a Washington se le acusa de actuar con irresponsabilidad respecto a Afganistán, país que invadió en 2001 so pretexto de luchar contra el terrorismo, deponer a los talibanes, así como entrenar y equipar a las fuerzas de seguridad locales.
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