“Afganistán atraviesa una crisis humanitaria sin precedente. Según informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) más de 24 millones de personas necesitan ayuda urgente y la mitad de la población sufre una situación de hambre aguda”, aseveró el miércoles el representante permanente de Irán ante la ONU, Mayid Tajt Ravanchi.
El diplomático persa, al intervenir en una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) sobre la situación en Afganistán, advirtió de que, debido a la falta de acciones urgentes para atajar la catástrofe humanitaria, el país devastado por guerra podría “sufrir un colapso socioeconómico”.
Enfatizó que esa crítica situación podría tener consecuencias devastadoras para la seguridad y la estabilidad de la región, sobre todo, de los vecinos de Afganistán, por lo que instó a las potencias occidentales a descongelar los fondos del país centroasiático bloqueados desde la ascensión al poder de los talibanes.
“El desbloqueo de los fondos congelados de Afganistán resulta vital para revivir su economía y salvar la vida de la gente y el tema no debería ser condicionado, ni politizado de ninguna manera”, recalcó.
Sanciones impiden ayuda de Irán a afganos
Tajt Ravanchi destacó el apoyo de la República Islámica a los refugiados afganos, pero denunció que las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos a Irán están socavando los esfuerzos de Teherán para ayudar a los afganos.
Dijo que la República Islámica ha estado brindando asistencia a los refugiados afganos, miles de los cuales ingresan al territorio iraní todos los días, en medio de las inhumanas sanciones de Estados Unidos que “han creado tremendas dificultades para nuestro gobierno y pueblo”.
“Debido a la imposición de sanciones estadounidenses, nuestros recursos financieros están restringidos. Obviamente, si la comunidad internacional no brinda suficiente asistencia al pueblo afgano que vive en Irán de manera oportuna, no podremos, por nuestra cuenta, continuar nuestro apoyo a los refugiados”, sostuvo el representante persa ante la ONU.
El diplomático hizo un llamado a la comunidad internacional, en particular, a los países donantes “para que cumplan con sus responsabilidades y aporten recursos financieros nuevos y adicionales a los vecinos de Afganistán para ayudar a los refugiados y desplazados”.
¿Qué pasa en Afganistán?
Afganistán está hundido en una profunda crisis política, económica y humanitaria casi cinco meses después de la precipitada e irresponsable retirada de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por Estados Unidos, y el regreso de los talibanes al poder.
Con la llegada al poder de los talibanes, EE.UU. y sus socios internacionales se apresuraron a cortar la ayuda internacional a Afganistán y congelar aproximadamente 10 000 millones de dólares en activos pertenecientes al Banco Central del país centroasiático, supuestamente para castigar a Talibán, pero la medida en realidad ha agravado aún más la miseria de la nación afgana tras dos décadas de una totalmente fallida invasión y muchos años de guerra.
ftm/ncl/mrg