Con estas palabras, publicadas este viernes en Twitter, Mohamad Yavad Zarif ha respondido al secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien durante un viaje a Arabia Saudí volvió a acusar a Teherán de un ataque perpetrado el 14 de septiembre a dos instalaciones petroleras saudíes.
Pompeo calificó el incidente —reivindicado por el Ejército yemení— de un “acto de guerra” y afirmó que su país prefiere una “solución pacífica” a la tensión con Irán, hecho que contradice al verdadero objetivo de su viaje al Oriente Medio donde busca reclutar aliados para un plan antiraní de Washington en el Golfo Pérsico.
El máximo diplomático persa se ha burlado de Pompeo, diciendo que él “piensa al revés, ya que no es Irán el que desea pelear hasta con el último estadounidense; más bien, son los integrantes del ‘Equipo-B’ quienes parecen desear luchar con Irán hasta con el último estadounidense”.
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Zarif ha dejado en claro que la República Islámica “no tiene ansia de guerra, pero ha defendido y siempre defenderá a su nación”.
El jueves el ministro de Exteriores de Irán aprovechó una entrevista con la cadena estadounidense CNN para rechazar las acusaciones de Washington y Riad que vinculan a Teherán con el ataque. Advirtió que cualquier ataque militar estadounidense o saudí contra su país conduciría a una “guerra sin cuartel”.
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Zarif señaló además que Pompeo era parte del “Equipo-B”, que según Teherán incluye también al príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman y trata de embaucar al presidente estadounidense, Donald Trump, para que opte por una guerra con Irán.
EE.UU. está utilizando el ataque yemení a la petrolera saudí Aramco para impulsar una coalición marítima que tiene el objetivo de proteger supuestamente a los buques y petroleros de la “amenaza iraní” en el Golfo Pérsico.
Las autoridades iraníes consideran un plan fracasado los intentos de EE.UU. de poner en marcha el aludido plan en el Golfo Pérsico y advierte que la presencia militar extranjera solo avivará más tensiones en estas aguas estratégicas.
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