Dichas acciones (agresión saudí en Yemen) no tenían ningún resultado, más que dañar al mundo musulmán en su totalidad, y arriesgar la paz y la estabilidad de la región”.
“Dichas acciones no tenían ningún resultado, más que dañar al mundo musulmán en su totalidad, y arriesgar la paz y la estabilidad de la región”, ha dicho este jueves el alto legislador persa, quien ha considerado “un error estratégico” la intervención castrense del régimen de Riad en Yemen.
Lariyani que realizaba estas afirmaciones durante una conversación telefónica con su homólogo turco, Cemil Çiçek, ha reiterado la postura de Teherán frente a la crisis en Yemen, es decir, “iniciar un diálogo interyemení y trabajar para formar un gobierno de unidad nacional”.
Por su parte, el presidente del Parlamento turco ha descrito como “triste” la situación que vive Yemen, y ha lamentado que la sangre de los musulmanes esté siendo derramada en ese país pobre.
Ha manifestado además, el apoyo de Ankara a la solución de la crisis en Yemen por vía política.
El pasado 26 de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el visto bueno de las Naciones Unidas, pero con la luz verde de EE. UU., en un intento por restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.
Según el líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdul-Malik Al-Houthi, los ataques saudíes a Yemen han dejado más de 2640 civiles muertos.
El martes el régimen saudí anunció que daba por terminada la llamada operación “Tormenta Decisiva” para comenzar una nueva operación bautizada como “Restaurar la Esperanza”, presuntamente menos violenta.
En esta nueva operación Riad alega que tratará de reconstruir Yemen, realizar “operaciones antiterroristas” en el suelo yemení y buscará una solución política a la crisis en este país mientras que seguirá implementando el bloqueo naval sobre Yemen, bombardeará las posiciones del Ejército yemení y de Ansarolá y podría reanudar los ataques aéreos si lo considera necesario, algo que ha hecho.
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