La única vía para lograr la estabilidad y la seguridad es mantener una buena interacción con todos los países y respetar la opinión de todos los pueblos; no cosecharemos nada con aviones y bombardeos contra pueblos inocentes”.
En declaraciones ofrecidas en la ciudad de Rasht, norte de Irán, el mandatario persa se ha referido a la situación yemení, y ha destacado que “la única vía para lograr la estabilidad y la seguridad es mantener una buena interacción con todos los países y respetar la opinión de todos los pueblos; no cosecharemos nada con aviones y bombardeos contra pueblos inocentes”.
En su opinión, el único objetivo de bombardear la nación Yemení, destruir sus infraestructuras y matar a sus mujeres y niños es “dominar” la región de Oriente Medio.
Tras destacar la necesidad de respetar a los pueblos de Oriente Medio y sus derechos, el presidente ha afirmado que “si piden la estabilidad para la región, tienen que escuchar bien la voz de la nación iraní, para su beneficio”.
En este sentido, ha rememorado que Irán siempre ha apoyado a los países regionales que sufren por el terrorismo y la inseguridad, ha defendido a los oprimidos y ha resistido y seguirá resistiendo ante la crueldad, la violencia y el terrorismo.
Nuestro objetivo final no consiste en lograr la dominación de Irán en la región, no se equivoquen (…) Nuestro objetivo consiste en conservar la dignidad de las naciones de la región; para nosotros no hay diferencia entre chiíes y suníes, ni entre turcos, árabes y baluchíes”.
“Nuestro objetivo final no consiste en lograr la dominación de Irán en la región, no se equivoquen (…) Nuestro objetivo consiste en conservar la dignidad de las naciones de la región; para nosotros no hay diferencia entre chiíes y suníes, ni entre turcos, árabes y baluchíes”, ha recalcado.

Ayer martes, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, propuso un plan de cuatro puntos para poner fin a la crisis en Yemen y acabar así con la agresión saudí.
“Un alto el fuego total”, la entrega de “ayuda humanitaria”, un “diálogo yemení-yemení” y la formación de un “gobierno de base amplia”, conforman la propuesta del titular persa.
En tanto, el embajador iraní ante las Naciones Unidas, Qolamali Joshru, ha entregado este miércoles una carta al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) para poner fin a la crisis en Yemen.
El martes, el CSNU aprobó un embargo armamentístico contra el movimiento popular yemení Ansarolá, mientras facilita el suministro de armas a elementos del expresidente fugitivo, Abdu Rabu Mansur Hadi, y a grupos terroristas como Al-Qaeda, que luchan contra Ansarolá.
Esta resolución, que cierra los ojos ante la agresión de Arabia Saudí y sus aliados contra Yemen, también, incluye una prohibición de viajes y una congelación de los activos del líder del movimiento, Abdul-Malik al-Houthi, y al expresidente yemení Ali Abdolá Saleh.
El pasado 26 de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el visto bueno de las Naciones Unidas, pero con luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder al dimitido presidente Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.

Según han asegurado fuentes yemeníes, los ataques de Arabia Saudí se han cobrado la vida de al menos 2571 civiles, incluidos 381 niños menores de 15 años y 214 mujeres, 5 de ellas embarazadas.
La República Islámica de Irán, en reiteradas ocasiones, se ha mostrado preocupada por la crisis yemení, y ha pedido medidas políticas para poner fin al derramamiento de sangre infantil y de mujeres indefensas yemeníes durante la agresión aérea de Arabia Saudí en contra de la soberanía de Yemen.
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