A pesar de los altos índices de represión registrados durante las protestas bajo el mandato de Dina Boluarte a fines de 2022 y 2023, acompañados de severas críticas de organismos internacionales de derechos humanos, este caso junto al escándalo de “Rolexgate” marca un punto de inflexión crucial en el actual gobierno, generando un clima de incertidumbre y rechazo total en la población peruana.
Actualmente la defensa legal de Boluarte está utilizando todos sus recursos para archivar la denuncia constitucional contra la mandataria por presunto genocidio, relacionada con las más de 60 muertes ocurridas durante las movilizaciones, pero, además, también está enfrentando el escrutinio público y mediático por el caso de los relojes Rolex y las joyas de marcas exclusivas que ascienden a más de 10 mil dólares.
Los escándalos de corrupción que rodean a Dina Boluarte están ganando impulso, lo que se refleja en su cada vez más notoria falta de aceptación entre la población.
Aunque Dina Boluarte ha renunciado a su inmunidad para ser investigada por el caso de las muertes durante las movilizaciones, hay dudas sobre la veracidad de esta acción, ya que la Constitución Política la protege de manera inherente.
Según la última encuesta de Datum Internacional, Dina Boluarte solo obtuvo un 7 % de aprobación a nivel nacional, la cifra más baja que ha registrado un presidente peruano en 20 años.
Aarón Rodríguez, Lima
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