Después de que el ahora depuesto presidente peruano Pedro Castillo fuera destituido y Dina Boluarte asumiera la presidencia, peruanos salen a las calles desde el 7 de diciembre para pedir la renuncia de la mandataria, el cierre del Congreso y la convocatoria de una constituyente.
De acuerdo a los últimos reportes de los diferentes establecimientos de salud peruanos, ya son 20 los fallecidos durante las violentas manifestaciones en todo Perú.
En efecto, siguen reportándose muertes incluso después de la aplicación del estado de emergencia nacional decretado por Boluarte en 15 provincias de ocho de los 25 departamentos del país.
De hecho, al menos nueve manifestantes murieron el jueves después de la entrada en vigor del estado de emergencia, según datos proporcionados por el Ministerio de Salud de Perú.
Medios locales han cifrado las víctimas mortales así: en Apurímac, seis; en Arequipa, uno; en La Libertad, tres; en Huancavelica, uno; en Ayacucho, ocho y en Junín, uno.
En Ayacucho, con más muertes, el gobierno del departamento ha responsabilizado a Boluarte, así como a los ministros de Interior, César Cervantes, y de Defensa, Luis Alberto Otárola, de la creciente violencia, exigiendo que renuncien inmediatamente a sus cargos.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo hizo un llamado a las Fuerzas Armadas para que cese en el uso de armas durante las protestas y lamentó las muertes en Ayacucho.
Pedro Castillo, quien está acusado de rebelión por ordenar la disolución del Congreso y el reordenamiento de la rama judicial, ha asegurado que EE.UU. está detrás de la represión y la masacre de los manifestantes por parte de fuerzas militares.
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