Contrario al planteamiento estadounidense de proteger el canal interoceánico, la presencia de militares de ese país en territorio panameño supone un peligro para la seguridad nacional.
De hecho, la historia ofrece la experiencia de lo que puede hacer un conflicto armado sobre las operaciones canaleras, ya sucedió y fue mediante una invasión ilegal del propio Estados Unidos.
A pesar de que las autoridades panameñas rechazan que se trate del establecimiento de bases militares, el memorándum de entendimiento firmado a inicios de abril entre los encargados de la seguridad nacional de ambos países, permite el uso de infraestructuras, la presencia de equipo y material peligroso, además de la llegada rotativa de soldados al país que gozarían de inmunidad diplomática, conforme a otros acuerdos previos.
De hecho, la preocupación sobre una intervención directa contra las organizaciones sociales también cobra sentido en momentos en que los panameños salen a las calles, descontentos con la administración de gobierno.
John Alonso, Ciudad de Panamá
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