El mandatario panameño, José Raúl Mulino, aseguró en un mensaje en X que no existe “ningún acuerdo contrario” al Tratado de Neutralidad y la Ley Orgánica del Canal de Panamá, que regula los tránsitos y costos de todas las naves por el canal, en reacción a declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien reclamó el libre tránsito de los buques de su país por los canales de Panamá y Suez.
El presidente estadounidense pidió el sábado a su secretario de Estado que trabaje “de inmediato” para lograr que se permita el libre tránsito de los buques comerciales y militares de EE.UU. por los canales de Panamá y Suez, al tiempo que afirmó que ambas rutas “no existirían” sin Estados Unidos.
En respuesta, el jefe del Estado panameño también dejó claro que fijar los costos de peajes por la vía marítima corresponde a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), entidad autónoma que gestiona la ruta comercial. “La cooperación convenida corresponde a la Autoridad del Canal de Panamá establecerla con apego a las normas antes dichas”, escribió Mulino en X.
Este cruce de declaraciones se produce tras las marcadas intenciones del nuevo inquilino de la Casa Blanca de retomar el control de la vía interoceánica, hechas públicas en disímiles ocasiones, y a las que siempre ha respondido el gobierno panameño, asegurando defender su soberanía y la del canal.
Esta no es la primera vez que Panamá desmiente supuestos acuerdos de paso gratuito para buques de Estados Unidos: en febrero pasado la Autoridad del Canal de Panamá negó el aviso de Washington del paso libre a los buques de EE.UU. y subrayó que estos no tenían derechos preferenciales.
Durante buena parte del siglo XX, EE.UU. ejerció control total sobre la vía marítima, hasta que los Acuerdos Torrijos-Carter, firmados en 1977, establecieron la transferencia gradual del control a Panamá, culminando en 1999.
Sin embargo, desde antes de volver a la Casa Blanca en enero, Trump aumentó la presión sobre Panamá al amenazar con “recuperar” el canal, mediante recurrentes declaraciones injerencistas que también apuntan en esta ocasión al canal de Suez en Egipto, otra arteria marítima clave para el comercio global.
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