Según medios locales, miles de personas han participado este miércoles en el funeral de una joven palestina, de nombre Hadil al-Hashlamon, asesinada a tiros el martes por uniformados israelíes en un puesto militar en la ciudad cisjordana de Al-Jalil (Hebrón).
La ceremonia se desarrollaba de forma pacífica hasta que las fuerzas israelíes lanzaron granadas cegadoras y gases lacrimógenos contra los allí reunidos, que respondieron arrojando piedras contra los asaltantes.
Por el momento no hay informes acerca de los posibles heridos, entre los palestinos, en el incidente.
Los palestinos indignados que se hallaban en el funeral han gritado lemas contra el ocupante régimen de Israel y condenado los últimos incidentes violentos protagonizados por las fuerzas israelíes en la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds (Jerusalén), y que han tenido como principal víctima a los palestinos.
También han urgido a la comunidad internacional a que rompa el silencio ante los crímenes diarios cometidos por los militares israelíes contra la población palestina.
Soldados israelíes efectuaron varios disparos contra la joven Hadil al-Hashlamon, de 18 años de edad, alegando que iba a apuñalarlos. Según un vídeo difundido por el portal PalMedia, las fuerzas del régimen de Tel Aviv, tras disparar a la muchacha, impidieron que los servicios sanitarios le prestaran auxilio y la dejaron agonizar hasta que halló la muerte.
Ante estos hechos, el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) prometió que no dejará sin respuesta el asesinato de la joven y llamó al pueblo palestino a vengarse por la sangre derramada de Hashlamon.
Este nuevo crimen israelí se produjo en momentos de alta tensión entre los palestinos e israelíes. Recientemente, los militares del régimen de Tel Aviv han estado atacando a los fieles palestinos reunidos en el perímetro de la Mezquita Al-Aqsa, sucesos que han sido condenados por organismos internacionales y ciertos países, entre otros, EE.UU., Egipto y Jordania.
En estos ataques las fuerzas israelíes han utilizado gases lacrimógenos, balas de goma y hasta granadas de aturdimiento, para dispersar a los palestinos. La represión israelí ha dejado un saldo de centenares de heridos entre los palestinos.
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