El régimen de “Israel está llevando a cabo una política de traslado forzoso” y busca “hacer insoportable la vida de los pobladores [palestinos] de comunidades ubicadas en áreas de las que desea apoderarse, obligándolos a abandonar sus hogares y tierras”, ha revelado este lunes la oenegé B’Tselem, a través de un comunicado.
En los dos últimos años, las viviendas de seis comunidades palestinas de la Cisjordania ocupada han debido dejar sus hogares y “decenas más están en peligro inmediato de desplazamiento forzado” porque “no tuvieron más opción”.
En este contexto, los habitantes de Ras a Tin, Ein Samia, Al Baqah y Qabun, en el norte y noreste de la urbe de Ramalá, así como Khirbet Simri y Widady a Tahta, en las colinas del sur de Hebrón, en el área sur de Cisjordania, se han visto obligados a desplazarse para escapar de la violencia israelí.
“La expulsión de los trabajadores de sus campos, la agresión física a los pobladores, la invasión de sus hogares por la noche, los incendios provocados, el hostigamiento a los rebaños, la destrucción de cultivos, el robo de propiedades, el bloqueo de carreteras, la destrucción de tanques de agua, entre otros”, son las horribles políticas que ha adaptado el régimen sionista en las tierras ocupadas para aterrorizar a los palestinos.
De acuerdo con la oenegé, el régimen de Israel está realizando una política de “traslado forzado” con el fin de hacer intolerable la situación de vida para los palestinos que viven en esta parte de Cisjordania.
B’Tselem ha asegurado que este plan tiene dos resultados para el régimen sionista, de un lado, puede aprobar las órdenes militares para “expulsar a los palestinos de sus tierras” y, por el otro, es una herramienta para utilizar la violencia contra los palestinos con ayuda de las autoridades israelíes.
Ministros ultraderechistas en gabinete de Netanyahu
En el gabinete del primer ministro del régimen de Israel, Benjamín Netanyahu, figuran ministros ultraderechistas como Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, quien en febrero pasado exigió “borrar del mapa” al pueblo palestino de Huwara, una ciudad en Nablus.
El comunicado ha enfatizado que en el gabinete de Netanyahu hay personas de ultraderecha que “lideraron de forma personal la violencia en el pasado”, y ahora “alientan y refuerzan los ataques” contra los palestinos en las tierras ocupadas.
Tal oenegé ha concluido que estos crímenes del régimen de Israel se consideran “una política ilegal que implica a Israel en el crimen de guerra del traslado forzoso”, algo “prohibido por el derecho internacional”.
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