Las imágenes de los rostros de los menores asesinados por el régimen infanticida de Israel dirigen la mirada hacia donde no gusta mirar porque duele. Pero, hay que hacerlo y contar lo ocurrido desde donde no suele contarse: las víctimas de carne y hueso, con rostro, nombre y apellidos.
Israel se jacta de que su ejército es muy poderoso y posee armas de alta precisión, pero, en realidad, en sus ataques indiscriminados contra Gaza apunta a zonas residenciales. Estos ataques causan muchísimas víctimas civiles.
A Israel no le importa en absoluto la vida de la población civil y, sobre todo, niños. Por eso, en todas sus agresiones contra el enclave costero palestino caen muertos un elevado número de niños.
Según los informes, en 20 años, Israel ha matado a más de 20 000 niños palestinos. Y desde 2011, ha destruido 11 escuelas.
El régimen de Tel Aviv ha lanzado una serie de ataques aéreos contra el enclave costero desde el martes.
Tras las agresiones israelíes, los grupos de la Resistencia palestinos han comenzado este miércoles sus ataques de represalia contra Israel, lanzando unos 300 cohetes hacia los territorios ocupados por Israel.
Cinco israelíes resultaron heridos como resultado de cientos de cohetes y misiles disparados desde la Franja de Gaza hacia los asentamientos israelíes cercanos a la línea de separación con el enclave costero y otras localidades. Tel Aviv también fue atacado y el tráfico aéreo en el aeropuerto Ben Gurión se interrumpió, mientras que Israel continuaba con sus incursiones en la Franja.
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