El 15 de mayo pasado, un ataque aéreo israelí contra un campo de refugiados densamente poblado en la asediada Franja de Gaza mató a al menos 10 palestinos, incluidos ocho niños y dos mujeres.
La familia Al-Hadadi estaba visitando a sus familiares cuando aviones de combate israelíes atacaron el edificio con al menos cinco misiles; en un abrir y cerrar de ojos ocho niños y sus dos madres fueron enterrados bajo los escombros.
Los equipos de combate encontraron a Omar al-Hadadi, de cinco meses agarrando el pecho de su madre muerta bajo los escombros, que ahora acaba de cumplir un año y se organiza una pequeña fiesta para celebrar el primer aniversario de su nacimiento, pero sin su madre y cuatro hermanos que perdieron la vida en dicho ataque.
Sin embargo, Omar es solo uno de los más de dos millones de niños palestinos que viven en el terror y la agonía debido a los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de ocupación de Israel.
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