Según informan medios palestinos, las fuerzas israelíes han reprimido este viernes por la noche (hora local) una protesta en la ciudad de Nablus, en el norte de la Cisjordania ocupada, disparando gases lacrimógenos y balas de goma.
La Media Luna Roja Palestina ha indicado que 70 personas han sufrido asfixia tras inhalar gases lacrimógenos.
Además, otras 12 personas han sido baleadas y heridas en el monte Sabih en la aldea de Beita, también en la Cisjordania, tras enfrentamientos con los soldados israelíes.
Las manifestaciones de este viernes se han producido en protesta contra la construcción de nuevas viviendas ilegales en Cisjordania ocupada y las hostilidades del régimen de Tel Aviv tanto en esta zona como en la asediada Franja de Gaza.
Las protestas contra los asentamientos ilegales se producen cuando Israel ha intensificado sus actividades de construcción de colonias ilegales burlando la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), que declara que el expansionismo israelí en Cisjordania y la ocupada Al-Quds constituye “una flagrante violación del derecho internacional”.
También el jueves, un palestino, identificado como Ahmad Saleh, murió y varios otros civiles, incluidos cinco niños, resultaron heridos por disparos y gas lacrimógeno de las fuerzas israelíes en una protesta en el campamento de Yebalia, en la Franja de Gaza.
Los militares israelíes han sido criticados por el uso generalizado y sistemático de la fuerza excesiva contra los palestinos; además, los grupos pro derechos humanos han calificado de ejecución extrajudicial su política de disparar a matar, mientras una gran cantidad de palestinos han muerto sin haber representado una amenaza seria para los israelíes.
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