La Knéset, el Parlamento israelí, ratifica este domingo una nueva administración, que acabará con 12 años consecutivos de Benjamín Netanyahu como primer ministro de Israel. La nueva coalición asume el poder de manera frágil, por su escasa mayoría en el Parlamento y la diversidad de ideologías políticas en su interior, pero firme en su propósito de frenar una continuidad de Netanyahu.
El nuevo gabinete, que prestará juramento después de una votación de confianza en la Knesset, fue improvisado por el líder de la oposición centrista, Yair Lapid, y el líder del derechista Yamina, Naftali Bennett.
Entretanto, miles de personas realizaron manifestaciones contra el saliente mandatario frente a su residencia, en Jerusalén. Los manifestantes expresaron su satisfacción por el fin de la era del liderazgo de Netanyahu.
Netanyahu, el político israelí más dominante de su generación, también conocido como “el ministro del crimen”, no había logrado formar un gobierno después de las elecciones del 23 de marzo, la cuarta en dos años.
Ahora, este nuevo gabinete se enfrenta a enormes desafíos, entre ellos la pandemia de la COVID-19 y los conflictos sobre el caso palestino. Como dicen los expertos, los palestinos no se sentirán conmovidos por el cambio de administración, ya que expresan que Bennett probablemente seguirá la misma agenda de derecha que Netanyahu.
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