“La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el Estado palestino a partir de hoy se liberan de todas las obligaciones en virtud de cualquiera de los acuerdos con [...] EE.UU. e Israel, [...] incluidos los relacionados con la seguridad”, ha comunicado este martes el presidente palestino, Mahmud Abás.
En una reunión extraordinaria mantenida con los miembros de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en la ciudad cisjordana de Ramalá, el líder palestino ha instado al régimen israelí a asumir toda la responsabilidad ante la comunidad internacional y declararse como fuerza de ocupación en suelo palestino.
Denuncia que la nueva decisión de las autoridades israelíes sobre la ocupada Cisjordania anula los principios de los acuerdos de Oslo —firmados el 13 de septiembre de 1993 entre la OLP, Israel y EE.UU. para la creación de un autogobierno interino palestino—, así como todos los acuerdos firmados al respecto.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exrival en las elecciones, Benny Gantz, sellaron el pasado abril un pacto para acabar con el largo bloqueo político, y acordaron, entre otros asuntos, proceder a la anexión de extensas partes de la ocupada Cisjordania a partir de julio: una medida repudiada tanto por los palestinos como por la comunidad internacional.
Abás ha acusado también al Gobierno de EE.UU. de ser “totalmente responsable de la opresión del pueblo palestino” y de ser “el socio principal del régimen ocupador israelí en las agresivas e injustas decisiones y medidas contra Palestina”.
Denuncia que todas las medidas impulsadas por la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, entre ellas el reconocimiento de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) como capital de Israel y su llamado plan de paz para los palestinos, “asientan las bases para la declaración de la anexión israelí”.
La anexión israelí de partes de la ocupada Cisjordania, a la que se oponen gran número de países y organizaciones internacionales, es parte del llamado ‘acuerdo del siglo’ presentado en enero por EE.UU. Dicho plan otorga a los palestinos una autonomía limitada dentro de una patria discontinua, deja en manos de Israel el cotizado valle del Jordán y olvida la problemática de millones de refugiados palestinos deseosos de retornar a sus tierras.
Las autoridades palestinas aseguran que el pueblo palestino no se va a quedar de brazos cruzados ante los crímenes de Israel y plantará cara a los planes del nuevo ejecutivo de coalición israelí.
myd/nii/