Según fuentes locales, las fuerzas israelíes han irrumpido este sábado con cientos de efectivos en el campo de refugiados de Al-Amari, en la ciudad cisjordana de Ramalá, y allí han derribado el edificio de cuatro plantas en el que residía la familia del preso palestino Islam Yusef Abu Hamid, acusado por Tel Aviv de matar a un soldado israelí en mayo.
Los soldados de ocupación han colocado varios explosivos en el interior del edificio en cuestión para demolerlo y han expulsado a los residentes del inmueble por la fuerza. Además, han detenido a la madre de Abu Hamid durante horas.
La operación, no obstante, ha provocado violentos enfrentamientos entre los palestinos y los soldados israelíes. Estos han dejado una decena de heridos al usar gas lacrimógeno y balas de goma, según ha informado un portavoz del Ministerio de Sanidad palestino.
“¿Qué podemos hacer? Israel es un enemigo que piensa que al realizar tales acciones nos aterrorizarán y nos harán temerles”, explica la madre del palestino tras la demolición de su casa. “Al contrario, nuestra ansia de venganza se hace más fuerte, y con ella nuestra perseverancia y fortaleza”, añade.
Esta mujer tiene a seis de sus hijos presos en las cárceles del régimen israelí: cuatro de ellos condenados a cadena perpetua.
¿Qué podemos hacer? Israel es un enemigo que piensa que al realizar tales acciones nos aterrorizarán y nos harán temerles”, dice la madre de preso palestino Islam Yusef Abu Hamid, aludiendo a la destrucción de su vivienda por los soldados israelíes.
The house of "Umm Nasser Abu Humaid", the mother of 6 prisoners and a martyr, IOF blew up her house this morning in the #Amari refugee camp in #Ramallah pic.twitter.com/MBJGjYIPym
— Shehab News (@ShehabAgencyEn) December 15, 2018
La cadena de televisión palestina Al-Quds ha publicado un vídeo donde se ve cómo las fuerzas israelíes destruían el edificio donde vivía la familia de Abu Hamid en el campo de refugiados de Al-Amari.
El ejército del régimen de Israel ataca sistemáticamente a los familiares de los presos palestinos en la ocupada Cisjordania y, en venganza, destruye sus casas, también las de los familiares de los mártires. Es, de hecho, otra forma de represión.
La nueva ofensiva israelí se produce en medio de una escalada de tensiones en los territorios ocupados tras la muerte de soldados israelíes cerca de Ramalá y las agresiones del viernes de Israel en Cisjordania y la Franja de Gaza, que dejaron a un joven palestino muerto y más de un centenar de heridos por arma de fuego.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), Zeid Raad al-Husein, ha advertido en reiteradas ocasiones al régimen israelí sobre el uso de fuerza letal en los últimos choques con los palestinos que se han saldado con decenas de muertos y miles de heridos.
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