Hanán Ashrawi, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en una carta enviada este viernes al primer ministro australiano, Scott Morrison, ha advertido “de cualquier violación o desviación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU)” respecto a Al-Quds.
Conforme a fuentes israelíes, Morrison podría declarar el próximo sábado a Al-Quds como la capital del régimen israelí, aunque posiblemente no trasladaría en un futuro cercano la sede diplomática de Australia a la urbe en cuestión por el alto coste que ello supondría, así como por razones de seguridad.
La funcionaria palestina, no obstante, le ha solicitado a Morrison “que garantice el estricto cumplimiento de Australia de sus obligaciones, según el derecho internacional”, para después alertar que la supuesta decisión violará “el estatus legal de Al-Quds”.
Ashrawi ha resaltado también que estas acciones “unilaterales e ilegales” pueden poner en peligro la posibilidad de reanudar el proceso de negociaciones entre israelíes y palestinos, suspendido en 2014.
Sin embargo, ha aclarado que “la única manera de resolver el problema” sería la creación de un Estado palestino, con Al-Quds como capital, “en línea con el derecho internacional”.
La supuesta medida australiana, de materializarse, estaría en línea con la seguida por el Gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, que en diciembre de 2017 anunció el traslado de su embajada, un aviso que generó duras críticas tanto de los palestinos como de líderes internacionales.
En este sentido, la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) condenó, en una resolución, la polémica decisión de Washington. La moción fue aprobada con 128 votos a favor, 9 en contra y 35 abstenciones. No obstante, pese a ello, EE.UU. trasladó igualmente su embajada en mayo de este año en curso de Tel Aviv a Al-Quds.
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