Si no se encuentra una solución pronto, alertan los manifestantes, el curso escolar no podrá empezar y miles de niños no podrán formarse.
Ha pasado un mes desde que se proclamó la decisión de restringir los servicios de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), y las manifestaciones continúan. La Agencia de Ayuda y Trabajo para los Refugiados confirma su rechazo categórico al despido de los empleados de la UNRWA. Están seguros que estas decisiones no se deben a una falta de fondos, sino que son políticas y buscan cerrar el expediente de los refugiados.
Durante la masiva concentración, los manifestantes hicieron hincapié en que la UNRWA debe cumplir con sus responsabilidades. Muchos dependen totalmente de los servicios prestados por la agencia y si se llevan a cabo estas restricciones su situación empeorarán de forma dramática. Además, el asedio impuesto a la Franja de Gaza desde hace más de 11 años desempeña un papel muy importante en los problemas de la UNRWA.
Mil empleados han sido amenazados con el cese. Por este motivo, la UNRWA ha parado el trabajo en todas sus sedes. Además, el curso escolar empezará dentro de un mes y si no se encuentra una solución pronto miles de niños quedarán sin instrucción. Los refugiados amenazan con empezar una huelga de hambre ni no se revierten las decisiones tomadas contra ellos, haciendo hincapié en que la dignidad no tiene precio.
Los refugiados palestinos corren un grave peligro debido a las decisiones tomadas por la UNRWA. Los gazatíes están seguros de que estas decisiones se han tomado para acabar con el tema de los refugiados y no por falta de fondos.
Huda Hegazi, Gaza.
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