Ante la corrupción generalizada en el sistema judicial, varios de los integrantes del comité de selección judicial de Israel se vieron obligados a comparecer ante la corte. Entre las autoridades más destacadas se encuentran la ministra de asuntos judiciales, Ayelet Shaked, y la presidenta de la corte suprema Esther Hayut, informaron el miércoles medios locales.
La policía israelí arrestó a tres personas —un abogado, un juez y la mujer de otro juez—, vinculados en un entramado de intercambio de favores sexuales por cargos judiciales. Los detenidos fueron interrogados durante la mañana del miércoles.
El prominente abogado, cuya identidad no ha sido revelada, nombró a un juez de la corte a cambio de favores sexuales, aseguraron medios israelíes. La policía antes de arrestar al sospechoso registró su casa en busca de documentos que verifican su implicación en la corrupción judicial, apostillaron las fuentes.
“La policía permitió hoy la publicación parcial de los detalles del asunto que avergüenza al sistema judicial. Parece que algo muy grave ha ocurrido aquí con respecto al procedimiento de designación de jueces para los tribunales”, denunció la expresidenta de la corte suprema, Dorit Beinisch, a la radio del ejército israelí.
La policía permitió hoy la publicación parcial de los detalles del asunto que avergüenza al sistema judicial. Parece que algo muy grave ha ocurrido aquí con respecto al procedimiento de designación de jueces para los tribunales”, denunció la expresidenta de la corte suprema, Dorit Beinisch, a la radio del ejército israelí.
A su vez, la líder opositora, la miembro del parlamento israelí Shelly Yachimovich criticó el liderazgo de Shaked en el sistema judicial, y enfatizó que “los miembros del comité y los jueces fueron obligados a actuar en un ambiente distante y amenazador”.
Ayelet Shaked y la presidenta de la corte suprema Esther Hayut en una declaración emitida la misma jornada del miércoles rechazaron las acusaciones, y anunciaron que están investigando los nombramientos de dos jueces de los 334 magistrados y registradores designados por el comité de selección judicial.
En las instituciones militares y políticas del régimen de Tel Aviv hay una prevalencia de acosos sexuales y corrupción, de modo que hasta el mismísimo premier israelí, Benjamín Netanyahu, está siendo investigado por múltiples casos de corrupción que posiblemente podrían dejarle inhabilitado para seguir en el poder.
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