Publicada: viernes, 18 de octubre de 2024 21:18

Yahya Sinwar, elegido líder de HAMAS tras el asesinato de Ismail Haniya en Teherán, fue asesinado en un enfrentamiento con las fuerzas de ocupación sionistas en Gaza.

Por Xavier Villar

Sinwar cayó en combate, no escondido en los túneles de Hamás, lo que pone en duda la supuesta superioridad israelí en términos de inteligencia.

Yahya Ibrahim Hassan al-Sinwar, de 69 años y conocido como Abu Ibrahim, nació en Gaza en 1962, en una época marcada por la represión, toques de queda, arrestos, interrogatorios y la ocupación militar israelí. Desde joven, Sinwar se sintió profundamente conectado con la juventud islamista de Gaza.

En 1973, durante la Guerra de Yom Kipur, apoyó el nuevo intento árabe de enfrentarse militarmente a Israel. Sin embargo, como él mismo relató en varias entrevistas, tanto él como quienes lo rodeaban vieron cómo sus esperanzas de victoria se desmoronaban, especialmente cuando el líder egipcio Anwar Sadat fue al parlamento israelí buscando la paz, lo que Sinwar consideró una traición a la causa palestina.

En diciembre de 1987, estalló en Gaza la Primera Intifada, un levantamiento popular contra la ocupación israelí que rápidamente se extendió a Cisjordania. El detonante fue la muerte de varios palestinos en un incidente con un vehículo militar israelí. Los jóvenes palestinos, convencidos de que fue un acto deliberado, salieron a las calles a lanzar piedras y quemar neumáticos. Al día siguiente, el jeque Ahmed Yassin, influyente líder islamista y miembro de los Hermanos Musulmanes, reunió a sus colaboradores en el campo de refugiados de al-Shati, en Gaza. Tras acaloradas discusiones, fundaron Hamás como alternativa islamista a la OLP, con el objetivo de erradicar a Israel. Redactaron su carta fundacional, en la que acusaban al estado israelí de "nazismo judío".

Sinwar fue el fundador del aparato de seguridad de Hamás, conocido como Mujd, y se convirtió en uno de los líderes más veteranos del movimiento. En los últimos años, Israel lo consideraba como el principal responsable del ataque del 7 de octubre y lo tenía como uno de sus objetivos prioritarios para eliminar.

Desde sus inicios, HAMAS se comprometió con la yihad, una lucha tanto espiritual como militar. Para establecer el orden interno y la integridad moral, el jeque Ahmed Yassin fundó el aparato de seguridad "Majd", designando a Yahya Sinwar como su líder. La principal responsabilidad de Sinwar era mantener la lealtad y castigar la traición. En su autobiografía, publicada en 2004, Sinwar describe a Yassin como su mentor espiritual y político.

En febrero de 1999, Sinwar, entonces de 36 años y cumpliendo una condena de cuatro cadenas perpetuas en una prisión del desierto del Néguev, confesó haber planificado, desde la cárcel, el secuestro de un soldado israelí un año antes. Aunque el plan no se concretó, su objetivo era liberar a 400 presos palestinos. Esta operación fue orquestada junto a su compañero de celda, Mohammad Sharata, un comandante de Hamás que cumplía una condena de larga duración por el secuestro y asesinato de dos soldados israelíes. Este episodio destaca la capacidad de Sinwar para influir y dirigir operaciones desde la prisión, la cual él veía como una "universidad" para aprender el idioma, la psicología y la historia del enemigo.

Como muchos otros prisioneros palestinos, Yahya Sinwar aprovechó su tiempo en la cárcel israelí para aprender hebreo a la perfección. Leía periódicos israelíes, escuchaba la radio en hebreo y estudiaba libros de teóricos sionistas y políticos israelíes. Aunque estaba encarcelado, Sinwar se preparaba constantemente para el día de su liberación, con el objetivo de fortalecer la resistencia. En prisión, continuó su lucha y se consolidó como líder.

Mukhemer Abu Saada, politólogo palestino, señala que para los prisioneros palestinos la cárcel no es solo un lugar de castigo, sino también una oportunidad para conocer mejor la sociedad israelí y fortalecer la cohesión interna. En este sentido, el propio Sinwar reconoció años después en una entrevista con un medio palestino que “la prisión te forma, especialmente si eres palestino, porque solo allí conoces a otros palestinos, tienes tiempo para hablar y reflexionar sobre el precio que estás dispuesto a pagar”.

En 2006, combatientes de HAMAS llevaron a cabo una operación desde un túnel en Gaza, infiltrándose en una base militar israelí en Kerem Shalom. Durante la incursión, mataron a dos soldados y capturaron a Gilad Shalit, un cabo israelí de 19 años. A pesar del debate interno en Israel sobre si valía la pena intercambiar a Shalit por prisioneros palestinos, finalmente, en 2011, fue liberado a cambio de más de mil palestinos, entre ellos Sinwar y su compañero de prisión, Mohammad Sharata.

Tras su liberación, Sinwar asumió rápidamente el liderazgo de Hamás en Gaza. El 7 de octubre de 2023, junto con Mohammed Deif, lideró la Operación “Inundación de Al-Aqsa”, considerado el ataque más devastador contra Israel en 50 años. La guerra resultante ha dejado hasta la fecha más de 40,000 palestinos muertos y ha sacudido la política global. Desde entonces, Sinwar se convirtió en el principal objetivo del ejército israelí.

En una entrevista televisiva, Sinwar reconoció la capacidad militar de Israel, pero subrayó que no podría depender de esa ventaja para siempre. Según él, en 20 años, Israel se debilitaría, y ese sería el momento ideal para lanzar un ataque definitivo. Para Sinwar y otros líderes de Hamás, el avance de las relaciones con Israel se había vuelto imposible, especialmente bajo el gobierno de Netanyahu, que, según ellos, intensificó los esfuerzos para humillar los intereses palestinos. En ese contexto, el discurso de Sinwar se radicalizó, abogando abiertamente por la "erradicación de Israel mediante la yihad y la lucha armada".

El ataque del 7 de octubre de 2023, cuidadosamente planificado por Sinwar, coincidió con el Shabat y la festividad de Simjat Torá, en los últimos días de las principales celebraciones otoñales en Israel. En los primeros días, el impacto fue tan devastador que surgieron temores sobre un posible colapso del país. Ningún evento en los 75 años de historia de Israel había minado tanto su sentido de seguridad y superioridad militar como ese ataque.

Tras la muerte de Yahya Sinwar, no se espera un cambio significativo en HAMAS. El grupo seguirá siendo la respuesta palestina anticolonial desde una perspectiva islámica. De hecho, su muerte no proporcionará mayor seguridad a Israel; más bien, podría intensificar el temor por su supervivencia. Por cada líder como Sinwar, Haniya o Nasralá que Israel elimine, una nueva generación de líderes anticoloniales surgiría en los territorios afectados por la ocupación.