La Revolución Islámica de 1979 en Irán fue uno de los movimientos populares y democráticos más grandes de la historia contemporánea del mundo. Millones de manifestantes inundaron las calles iraníes para exigir democracia y desafiar al régimen despótico de Pahlavi, odiado por los iraníes por ser títere de Estados Unidos en Asia Occidental.
A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por difundir una oscura propaganda contra la República Islámica de Irán, la Revolución Islámica logró aumentar la justicia social, reducir el empobrecimiento y contribuir al crecimiento económico sostenido.
Infraestructura civil durante la Revolución Islámica
Según datos del Banco Mundial (BM), Irán ha sido capaz de reducir el coeficiente de Gini de 1986 a 2014 en un 8,6 %. La República Islámica desarrolló instalaciones de infraestructura civil en áreas rurales remotas, incluidos rutas, puentes, telecomunicaciones, etc., como el elemento principal de la nueva estrategia de desarrollo.
Bajo el yugo de Pahlavi, quizás solo el 16 % de los aldeanos tenía acceso a la electricidad, pero hoy la mayoría de la población cuenta con servicio de electricidad y de agua potable. La construcción de carreteras en Irán vio también un aumento de 4,4 veces que la era Pahlavi.
Hoy se han realizado buenas inversiones en el campo de las redes de comunicación, como las telecomunicaciones y el transporte. Actualmente, la mayoría del pueblo persa usa Internet y hay un auge espectacular en la industria editorial y de impresión que estuvo totalmente ausente durante el mandato de la dinastía Pahlavi.
Desde el comienzo, la República Islámica se identificó principalmente como una democracia religiosa. Ahora es claramente evidente que la característica más destacada de la política de Irán es su eterna lucha contra la tiranía salvaguardando su Constitución, mediante la celebración meticulosa de elecciones parlamentarias y presidenciales.
Salud pública tras victoria de Revolución Islámica
De manera similar, la República Islámica logró una gran hazaña en áreas como la salud pública y la atención médica.
Por ejemplo, ha habido una reducción del 90 % en la mortalidad materna en los centros de salud gubernamentales desde la revolución y se ha materializado un desarrollo impresionante en disminuir los casos de mortalidad infantil, tal como lo corrobora la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha designado dos veces a Irán como el país más exitoso en la reducción de la mortalidad infantil.
Además, Irán también logró un aumento en la esperanza de vida, lo cual es un resultado directo que muestra mejoría en el estado socioeconómico y la atención médica. Ahora, la esperanza de vida promedio de Irán es de unos 75 años, mientras que durante la monarquía Pahlavi era de unos 57 años.
La tasa de crecimiento anual de los gastos de seguro de salud sugiere que, de hecho, hay un aumento considerable en la utilización de la atención médica y los gastos de salud en Irán.
El patrón de consumo de alimentos de los ciudadanos iraníes demuestra un cambio radical desde la revolución que coincide con el rápido desarrollo de la economía social y la mejora continua del nivel de vida de los iraníes.
Derechos de las mujeres en la Revolución Islámica de Irán
Está claro que la República Islámica cree en la libertad de las mujeres para participar libremente en la construcción de los cimientos de la sociedad islámica.
En Irán, una mujer tiene los mismos derechos que un hombre; el derecho a la educación, al trabajo, a la propiedad, al voto y a ser votado. Una mujer iraní tiene los mismos derechos en todos los aspectos que un hombre.
De hecho, la Revolución Islámica preservó la dignidad de hombres y mujeres y evitó los factores que hicieron que las mujeres fueran un juguete para los hombres, como fue el caso durante la monarquía.
La República Islámica es un sistema político humanista y su formación va más allá del género con participación igualitaria de hombres y mujeres.
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