“Hay un punto de vista que asoma (…) que la única opción concebible para (solucionar) los conflictos será (la creación de) un gobierno nacional unido con la participación de Al-Asad”, ha aseverado la canciller australiana, Julie Bishop.
Hay un punto de vista que asoma (…) que la única opción concebible para (solucionar) los conflictos será (la creación de) un gobierno nacional unido con la participación de Al-Asad”, ha aseverado la canciller australiana, Julie Bishop.
En declaraciones hechas al diario local The Australian, publicadas este sábado, Bishop ha enfatizado el papel que desempeña el mandatario sirio en fortalecer el país y frenar el avance de los terroristas del EIIL (Daesh, en árabe) dentro del territorio del país árabe.
La política australiana, no obstante, ha proseguido que poner fin a unos cinco años de conflicto alimentado desde el exterior requiere tanto de una solución política como militar.
Bishop se encuentra en Nueva York (EE.UU.) para participar, junto al primer ministro australiano, Tony Abbott, en la 70ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).
Los gobiernos que se opusieron a Damasco en una crisis desatada desde mediados de marzo de 2011, con el apoyo del Occidente, van afirmando, con el pasar de los meses, que la paz no volverá a la región sin Al-Asad.
Estados Unidos admitió por primera vez a mediados del pasado mes de marzo que, para acabar con el conflicto sirio, se debe negociar con Al-Asad. Hasta entonces se había aferrado a exigir su salida inmediata del poder.
La Red Siria para los Derechos Humanos informó el pasado 4 de septiembre que unos 2209 niños sirios perdieron la vida entre enero y agosto de 2015 a causa de la violencia.
De acuerdo con el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), la violencia en Siria ha dejado más de 240.000 muertos y ha provocado el desplazamiento de más de 11 millones de personas.
El EIIL, con miles de integrantes regionales, europeos y norteamericanos, comete crímenes de lesa humanidad en algunos países de la región como Siria, Irak y Libia, entre los que destacan ejecuciones sumarias y secuestros masivos.
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