“No consensuamos estas operaciones militares con nadie y no rendimos cuentas a nadie, solo a nosotros mismos”, ha indicado Davotuglu en una rueda de prensa celebrada horas después de que la artillería y la aviación militar de Turquía hayan bombardeado posiciones del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria.
No consensuamos estas operaciones militares con nadie y no rendimos cuentas a nadie, solo a nosotros mismos”, ha subrayado Davutoglu.
Tanto la operación terrestre como la aérea son la respuesta turca a un tiroteo que ayer jueves ocasionó la muerte de un suboficial y dejó heridos a dos sargentos en un puesto fronterizo de la zona de Elbeyli, en la provincia de Kilis.
Según el primer ministro turco, Ankara toma por cuenta propia todas las decisiones sobre la protección de sus fronteras. “Nadie puede quitar este derecho legítimo al Gobierno del país”, ha precisado.
El Gobierno de Turquía no piensa ser parte del conflicto que arde Siria, ha dicho Davotuglu intentando infructuosamente ocultar la intervención militar y la flagrante violación de la soberanía siria que realizan las fuerzas turcas.
En otra parte de sus declaraciones, Davotuglu se ha referido a la masiva redada desarrollada hoy en trece provincias turcas en contra de supuestos miembros de Daesh y simpatizantes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, en kurdo), en la que más de 251 personas acabaron siendo detenidas.
A este respecto, ha abogado por “nuevas tácticas” de la lucha antiterrorista y la continuación de las acciones policiales. “Las operaciones que comenzamos hoy no se tratan de un evento, sino de un proceso”, ha detallado.
Turquía está viviendo una tensa situación desde el lunes, cuando un atentado suicida atribuido por Ankara a Daesh apuntó contra un mitin kurdo en la ciudad fronteriza de Suruç y dejó 32 muertos y más de 100 heridos.
El PKK acusó, por su parte, al Gobierno de Ankara de apoyar y facilitar que el EIIL ejecutara el ataque, razón por la que tiroteó y abatió el miércoles a dos agentes policiales en la ciudad de Ceylanpinar, en el sureste del país y también cerca de frontera con Siria.
Desde el inicio de la crisis siria en 2011, Ankara, un crítico y firme opositor al presidente sirio, Bashar al-Asad, brindó cualquier tipo de apoyo a los grupos terroristas, incluidos Daesh y el Frente Al-Nusra, rama local de Al-Qaeda, con tal de provocar el derrocamiento de Gobierno de Damasco.
Este apoyo ha sido evidenciado en varias ocasiones por el diario Cumhuriyet, que ya reveló en hace meses cómo la inteligencia turca enviaba cargamentos de municiones y explosivos a los terroristas y facilitaba el paso de los radicales extranjeros a Siria.
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